Características

 

La entrada    

La Enciclopedia Galega Universal es una obra de carácter analítico ordenada alfabéticamente y dividida en artículos o entradas que utilizan formalmente la letra negra gruesa. Ej.: aba, fungueiro, Megalitismo, Xunqueira de Ambía, etc.

 

Préstamos    

Los préstamos, es decir, las palabras de origen no gallego, pero incorporadas a la lengua común y que tienen una flexión gallega, no llevan ningún asterisco, sino tan sólo la indicación de la lengua de origen y, a veces, también la forma original. Ej.: falla [galic faille], piano [ital].

La fraseología latina o no, la incluimos también en esta clasificación. Ej.: sine die [lat], ad hoc [lat], savoir faire [galic], etc.

 

Estranjerismos    

Las palabras no gallegas o extranjerismos, es decir, que el gallego tomó de otras lenguas, llevan un asterisco a la derecha y, a continuación, entre corchetes, la indicación de la lengua de la que proceden. Ej.: demodé* [galic], oblast* [ruso].

Un caso excepcional, en el ámbito de la biología, lo constituyen las entradas correspondientes a la categoría taxonómica de género que, aunque latinas, no presentan ningún tipo de signo distintivo. Ej.: Salix.

 

La etimología    

Las entradas de léxico común se presentan acompañadas de la etimología. Entre paréntesis se indica la lengua de origen, mediante una abreviatura y el término de origen. Este puede ir en alfabeto latino o cualquier otro; en este último caso mantendrá la forma original y la traducción. Ej.: allo (< lat alliu); cinético (< gr κινητικος ‘que pone en movimiento’).

El símbolo < precede siempre a la voz de la que procede sea esta una palabra de otra lengua o un término en romance. Ej.: amorío (< amor), amigo (< lat amicu).

Las formas hipotéticas, reconstruidas sin el apoyo de documentación, aparecen con un asterisco: verza (< lat v vĭrdĭs < lat c *vĭrdĭa).

Cuando se necesita por claridad indicar el significado en la lengua originaria se utilizan las comillas simples para señalarlo. Ej.: fresa (< lat moru ‘moro’). Si queremos indicar la composición de más de un término de un mismo étimo acudimos al signo + (Ej: amanecer < ad ‘a’ + lat mane ‘mañana’ + suf scere).

 

Tradución a otras lenguas     

Las entradas se traducen a tres lenguas: portugués (port), castellano (cast) e inglés (ingl), respectivamente, y se presentan entre corchetes, tras el étimo. De cada entrada se traducen las de uso más frecuente y se ordenan por el número de acepción. Ej.: coger [port: apanhar, recolher, pillar; cast: recoger; ingl: to get together, to catch]. También aparece indicada la desinencia femenina en las palabras castellanas y portuguesas cuando presenten un sufijo de género diferente al del masculino. Ej.: arriscado -da [port: arriscado -da; cast: arriesgado -da; ingl: risky, dangerous]. En los artículos relativos a la flora y fauna las distintas acepciones tienen el mismo tratamiento que las entradas, por lo que cada una de las especies introducidas en letra negra van acompañadas de la traducción en las tres lenguas mencionadas. Ej.: abeto (lat v abete < lat c abiĕte) [port: abeto; cast: abeto; ingl: fir] 1 s m PLANTA Árbore da subfamilia das abietoideas que pertence ós xéneros Abies, Picea, Pseudotsuga ou Tsuga. Caracterízase por ter acículas perennes que non sobrepasan os 35 mm, presentes só nos macroblastos. 2 abeto branco [Abies alba, subFam das abietoideas] [port: abeto branco; cast: abeto blanco; ingl: European silver fir] s m PLANTA Árbore de ata 45 m de altura (...). 5 abeto pinsapo [Abies pinsapo, subFam das abietoideas] [cast: pinsapo; ingl: Spanish fir] s m PLANTA Árbore de ata 25 m de altura (...) 7 abeto rubio [Picea abies, subFam das abietoideas] [cast: abeto rojo; ingl: common spruce] s m PLANTA Árbore de ata 50 m de altura (...).

 

Dialectalismos    

Por las especiales condiciones sociolingüísticas del gallego muchos términos quedaron vinculados a una comarca o área determinada. En la EGU también se recogieron voces específicas de algunas áreas lingüísticas concretas. Ej.: golpe área mindoniense. De este modo aparecerá recogida aquella información sobre el área o subárea dialectal a la que pertenece la entrada que estamos definiendo.

 

Formas no normativas y variantes    

Además de los sinónimos que constituyen términos reconocidos por el estándar oficial, se decidió incluir en la presente obra aquellas variantes, relativas a términos etnográficos y de flora y fauna, que presentan un uso muy desperdigado.

En este caso, se recogió un corpus lexicográfico que, sin estar fijado en la Normativa Oficial da Real Academia Galega, tiene una existencia independiente en el habla y en obras especializadas. Estas formas no normativas, aunque también se incluyeron, nos remiten a la forma estándar, que será la que desarrolle el concepto de la entrada. Ej.: abriota s f PLANTA V abrótega.

Si se trata de una forma incorrecta en gallego, la entrada remite a la forma normativa correspondiente, pero presenta un asterisco a la izquierda. Ej.: *almidón [cast] s m V amidón.

 

Nombres científicos     

En los nombres vulgares de seres vivos, inmediatamente después de la entrada, aparece entre paréntesis el nombre científico con la familia a la que pertenece. Ej.: lobo [Canis lupus, Fam cánidos]. Las entradas de género pueden aparecer en la forma vulgar, por ejemplo salgueiro, o en la forma latina, Salix; en este caso tanto las especies que comprenden como la familia a la que pertenecen aparecen recogidas en el texto. Las entradas referentes a compuestos químicos llevan entre corchetes la fórmula química correspondiente. Ej.: cloranfenicol [C11H12Cl2N2O5]. En los casos de compuestos conocidos habitualmente por un nombre distinto de la nomenclatura científica al uso, la entrada corresponde al primero, seguido entre corchetes de la nomenclatura científica junto con la fórmula química. Ej: arxinina [ácido1- amino-4-guanidino-valérico: H2N- C(=NH)-NH-CH2CH2CH2CH(NH2)COOH].

 

Categorías gramaticales    

Las palabras que muestran una forma y categoría gramatical diferente (sustantivos, adjetivos, verbos, etc.) constituyen entradas diferentes; por ej: abandono, abandonar, abandonado se presentan como tres entradas diferentes. Ahora bien, las diferentes categorías gramaticales de una palabra, especificadas en cada acepción, y las locuciones de las que forma parte se incluyen dentro de una misma entrada. Ej.: real (lat regale) 1 adx Relativo ou pertencente ó rei ou á realeza. 2 adx Dise do patrimonio pertencente ó rei. 3 adx Que está baixo o padroado do rei. 4 adx fig Excelente, magnífico. 5 s m [pl: reás] Moeda española de 25 céntimos de peseta, hoxe fóra de circulación. 6 s m Moeda do Brasil. Incluso si hay difererencias en la flexión; ej: el adverbio antes, y las locuciones prepositivas antes de y conjuntivas antes que se incluyen en la misma entrada antes.

Dos palabras de igual forma gráfica, pero de diferente etimología, se consignan como dos entradas diferentes. Ej.: 1golpe (< lat v colŭpus <lat c colăphus < ‘puñazo’ < gr χóλαφοζ ‘labazada’) 2golpe (< lat vŭlpu ‘raposo’). Con el fin de distinguirlas, se recurre a números arábigos situados delante de la entrada en superíndice. Los nombres propios siempre son tratados en artículos separados (ej.: Acre, estado do Brasil; Acre, cidade de Israel), excepto cuando constituyen una acepción interior, la cual tiene siempre una relación estrecha con el nombre que figura en el encabezamiento (ej.: Lemoyne).

 

Género y número    

Las entradas de las palabras aparecen habitualmente por la forma masculina singular. La desinencia femenina de los sustantivos y adjetivos, en el caso de tenerla, aparece a continuación de la forma masculina, en el mismo cuerpo o tipo de letra y repitiendo la sílaba final completa (ej.: mozo -za, sogro –gra, etc.). También se recogen los sustantivos o adjetivos que, al no presentar desinencia femenina, sólo constan de una terminación (ej.: breve, xornalista, etc.). Cuando los sustantivos poseen un femenino totalmente diferente del masculino (ej.: home / muller, boi / vaca, etc.) y aquellos otros que se forman con sufijos especiales (abade / abadesa, tsar / tsarina, etc.), tienen entrada propia. Por otra parte, los plurales irregulares o dudosos son indicados entre corchetes. Véase el ejemplo real [pl: reás] en su acepción 5 o la voz álbum [pl: álbums]. Excepcionalmente, algunas palabras científicas, en especial en ciencias biológicas, entraron con la forma en plural (ej.: acantocéfalos).

 

Materias  

Los nombres comunes que constituyen entrada en la EGU se grafían en minúscula y van acompañados de la correspondiente definición. Ej.: amanuense s m Escribán, persoa que escribe á man e ó dictado ou copiando. Las entradas de carácter científico o técnico que desarrollan diferentes acepciones van seguidas de abreviaturas de materia. Estas abreviaturas determinan la rama de conocimiento que está siendo objeto de estudio. Ej.: piano 1 s m MÚS Instrumento cordófono de tecla...; aceiro 1 s m IND Aliaxe de ferro e unha pequena cantidade de carbono. Si la misma acepción pertenece a dos o más disciplinas o materias, se relacionan por orden de importancia, separadas con una barra. Así, por ejemplo, el antibiótico actinomicina lleva un epígrafe de materia BIOL/QUÍM, puesto que por su producción es un fenómeno biológico, y por su composición un producto químico. Estas indicaciones de materia hacen referencia a los aspectos esenciales del concepto definido y no a los aspectos indirectos de la entrada, anque estos sean tratados en esta. Ej: el artículo aceiro lleva sólo un encabezamiento IND, aunque dentro de esta se mencione su importancia económica.

 

Acepciones    

Una entrada puede tener una o más acepciones. Las que incluyan dos o más se numeran con caracteres arábigos y en letra negra (ej.: ameaza [port: ameaça; cast: amenaza; ingl: threat] presenta cuatro acepciones: 1 s f Acción de ameazar. 2 s f Palabra, xesto etc. coa que se ameaza. 3 s f Indicio polo cal se manifesta un perigo, unha cousa temida. 4 s f DER Delicto consistente...), salvo en los casos de las acepciones interiores, citadas dentro del cuerpo de una entrada encabezada en general por un nombre propio, las cuales van sin numerar. Ej.: Lemoyne Familia de escultores franceses do século XVIII. Jean-Louise Lemoyne (1665-1755) traballou en Versalles e Marli, e Jean Baptista (I) Lemoyne (1679-1731)... O seu fillo, Jean Baptiste (II) Lemoyne (1704-1778) foi escultor...
 

Subacepciones    

Una acepción puede tener dos o más subacepciones, las cuales proporcionan matices que hace falta distinguir en la definición general de aquella. Estas irán numeradas en cursiva. Por ejemplo, la entrada á tiene en la acepción 1 s f ANAT cuatro subacepciones: 1 Órgano dalgúns animais... 2 Membrana dalgúns mamíferos... 3 Membrana dalgúns réptiles actuais... 4 improp Aleta pectoral modificada dos peixes voadores... Cuando la acepción de una entrada, como en este ejemplo, tiene la misma materia en todas las subacepciones, la indicación de esta se marca dentro de la acepción. Si por el contrario cada subacepción responde a diferentes materias o una de ellas se modifica, la indicación de materia va introducida dentro de cada subacepción.
 

Frases hechas y locuciones  

Por otra parte, se consideran de manera diferenciada las frases hechas que se introducen al final de cada entrada y no tras cada acepción debido, a veces, a la dificultad de agruparlas en alguna de ellas. La frase hecha se marca en letra gruesa seguida de un punto y de la aclaración. Ej.: la entrada mar incluye dentro del epígrafe FRAS: A mares. Abundantemente, en gran cantidade. Andar ó mar. Estar ocupado realizando traballos de pesca. Arar no mar/dar golpes ó mar. Perder tempo nun esforzo que non vai dar resultado. Baixar o mar. Descender a marea. Bater o mar. Cando o mar golpea a costa con grandes ondas. Correr o mar. Navegar sen destino ou rumbo fixo...

Una locución formada por un nombre común entra por aquella palabra que constituye el núcleo de la misma o parece la más característica. Una locución formada por un nombre propio y un nombre común entra normalmente por el nombre propio. Ej.: Suído, montes do.

Se incluyen también en esta clasificación los refranes.

 

Tradición oral y citas    

Las definiciones de cada una de las entradas, acepciones o subacepciones procuran en todo momento la claridad y se evitan los conceptos complejos que puedan complicar su comprensión. Con este fin se introducen, cuando hace falta, ejemplos ya registrados en la tradición donde se recoge el término definido.

Se incluyen en esta clasificación los ejemplos tomados de la tradición popular (excepto los refranes que se recogen como frases hechas) o las citas literarias recogidas entre comillas; se indica en estos casos al final y entre paréntesis la obra y el autor.

Los títulos de libros aparecen recogidos en letra cursiva y respetando su lengua original. Cuando esta no es ni el portugués ni el castellano, se añade entre comillas simples y también en cursiva el título de la traducción en nuestra lengua. Si no se encuentra aún en el mercado la versión en gallego se proporciona entre paréntesis una posible traducción del original, para facilitarle al lector su localización en una lengua más próxima. Ej.: Das Kapital (O capital, 1871), Le petit prince (‘O principiño’, 1957).

 

Sinónimos, antónimos y confrontaciones  

En el tratamiento de la lexicografía y, por razones de amplitud, se introducen tres campos que resultan un tanto inusuales en obras de esta envergadura como son los sinónimos, los antónimos y las confrontaciones.

Las entradas léxicas, sujetas a los cambios, se enriquecen y se relacionan unas con otras a través del fenómeno de la sinonimia que se basa siempre en un principio de identidad de significado, y que permite que dos o más palabras diferentes con el mismo significado puedan conmutarse entre sí en cualquier contexto y en los diferentes actos de habla.

Ahora bien, a veces, el establecimiento de sinónimos choca frontalmente con otro aspecto lingüístico no relacionado directamente como son los registros o usos que hacen referencia a las variantes diafásicas, y que también se recogen mediante una abreviatura en esta obra (V las abreviaturas sobre los usos; ej.: vulg, fam, col, etc.).

 

Formas verbales    

La EGU desarrolla los tres modelos de conjugación regular en los verbos andar, barrer y partir. Además, aparecen conjugados aquellos regulares que presentan alguna variación ortográfica en su paradigma (ej.: abranguer, gorecer, etc.) y todos los irregulares (ej.: dar, ser, etc.). Cuando el verbo presenta alternancia vocálica se indica, después de la forma conjugada, el timbre abierto o cerrado de la vocal tónica mediante corchetes y según el alfabeto fonético internacional (AFI).

Para hacer esta clasificación, tuvimos como referencia las publicaciones de Manuel Díaz Regueiro, Os verbos galegos (1992) y Normas ortográficas e morfolóxicas do galego (1995), publicadas por RAG/ILGA. En la nomenclatura de los tiempos verbales, se opta por la terminología fijada por esta última frente a la tradicional.

Gramática tradicional Nueva terminología
Pretérito imperfecto Copretérito
Pretérito perfecto Pretérito
Pretérito pluscuamperfecto Antepretérito
Condicional Pospretérito

 
Mayúsculas y minúsculas    

Llevan mayúscula inicial y, por lo tanto, entran por la primera palabra:

a) Los nombres de entidades, empresas, instituciones, organismos concretos, movimientos y partidos políticos, organizaciones religiosas (ej.: Fundação Gulbenkian, Nova Escola Galega, Partido Galeguista, Fundación Barrié de La Maza, Pescanova, Instituto da Lingua Galega, etc.), las cuales entran en la lengua que les es propia, excepto cuando se trate de entidades internacionales o de idiomas no latinos ni germánicos, en los que aparecen transliterados.

b) Los hechos y períodos históricos concretos con denominación específica. Ej.: Primeira Guerra Mundial, Segunda Guerra Irmandiña, Neolítico, etc.

c) Las siglas, que entran con todas las letras en mayúscula y sin puntos. Ej.: FAI, CIG, UGT, etc.

d) Los nombres de monumentos o conjuntos monumentales aislados o muy singularizados, los títulos de obras de arte, literarias, etc. Ej.: Coliseo de Roma, Sempre en Galiza, Dama de Elxe.

Los nombres de instituciones, sociedades, fundaciones, agrupaciones, empresas, etc. aparecen recogidos con el nombre completo. En aquellas que habitualmente se conocen por un nombre breve (ej.: Abrente en lugar de Asociación Cultural Abrente, Albéniz en vez de Agrupación Musical Albéniz...), sus entradas corresponden al término que identifica la asociación. Ej.: Mondariz, Augas de.

Llevan mayúscula pero no son consideradas como términos que determinan un encabezamiento:

—Los artículos. Ej: Gudiña, A; Cairo, O.

Por el contrario, no llevan mayúsculas y, por lo tanto, no son consideradas como palabras que determinan entrada:

—Las indicaciones de lugar u otras partes genéricas de un topónimo, incluso cuando sólo se emplean en toponimia menor para indicar: casa, eido, etc. (Ej.: Budiño, lagoas de; Carnota, areal de; Oia, montes de; Dombate, dolmen de), excepto cuando pierden el valor originario y derivan en nombres de parroquias, villas, comarcas, etc. Ej.: Terra de Lemos, Val do Salnés.

 

Ordenación de las entradas    

En cuanto a la ordenación alfabética, en el caso de constituir sintagmas, se tiene en cuenta la primera palabra y en segundo lugar la parte secundaria de este. Ej.: Vilanova / Vilanova de Arousa / Vilanova de Carballedo / Vilanova de Lourenzá, etc.

Un encabezamiento o epígrafe que consta de más de una palabra y entra por otra distinta de la primera presenta dos cuerpos diferentes: la que constituye el núcleo principal aparece en letra gruesa y va en primer lugar; la parte secundaria, que en la ordenación normal iría antes de la palabra principal, aparece en letra negra fina, detrás y precedida de una coma (Ej.: Trento, Concilio de). La primera parte, en letra gruesa, es la única que se tiene en cuenta para la ordenación, siempre que no haya ningún encabezamiento más o parte primaria de este que sea igual. Ej.: Abad, Xosé / Abad Fernández, María / Abade Abade, Boaventura / Abade, Rosendo / Abadexo, etc.

No cuentan para la ordenación alfabética, pese a ir delante, los prefijos literales o numéricos, del tipo de los empleados en la terminología química. Ej.: 2-aminopiridina, α-aminoisobutírico, ácido; p-aminodimetilanilina, etc.

Para los nombres de persona que llevan una partícula, se tiene en cuenta o no esa partícula según la tradición de su país. Ej.: Aache, Hans von, pero De Chirico, Giorgio.

Cuando diversas entradas coinciden en el encabezamiento o en la parte primaria, en letra gruesa, para ordenarlas se observan los siguientes factores:

—En igualdad absoluta, las minúsculas van delante y las mayúsculas detrás. Ej.: agar / Agar.

—Las entradas que no tienen signos diacríticos van delante de las que sí los presentan. Ej.: presa / présa.

—En igualdad de partes primarias, deciden la ordenación las secundarias, con prioridad para los encabezamientos que no tienen partes secundarias posteriores. Ej.: Alonso, Pilar / Alonso Barba, Álvaro / Alonso Fernández de las Redondas, Dámaso / Alonso Montero, Xesús.

Dentro de la misma entrada, las acepciones de léxico general preceden normalmente a las que llevan epígrafe de materia, ordenadas según su importancia; del mismo modo aparecen también ordenadas aquellas locuciones sustantivas que constituyen subentradas. Ej.: ala 5 DEP 1 s f En deportes colectivos (...) 2 á delta Enxeño empregado no voo libre (...) 3 á de pendente Modalidade de paracaídas (...). No obstante, en algunos casos, se prescinde de estas normas de ordenación de las acepciones en una entrada cuando la importancia de esta o la relación de sentido con la primera la hacía aconsejable.

En algunas entradas muy largas y complejas (por la cantidad y la variedad de acepciones, subacepciones o locuciones) se opta por el agrupamiento de las acepciones y de las locuciones de acuerdo con los epígrafes de materia. En las entradas o partes de entrada que tienen un desarrollo extenso, el texto se fracciona en títulos (o incluso en subtítulos) que hacen más legible la exposición y más clara la presentación. Este es el caso de las entradas de estados, naciones, etc., que abren una alínea para historia y geografía; también algunas de ciencias o de otras materias que por su complejidad lo precisen. Ej: véase la entrada aceiro que se articula en estructura, tratamiento y propiedades; clasificación y producción.

 

Traduciones, adaptaciones, transliteraciones    

Los topónimos aparecen recogidos en la forma gallega y se indica a continuación y entre paréntesis la forma originaria. En el caso de los idiomas escritos en alfabeto latino, se mantiene la ortografía original, y en el caso de los idiomas de alfabeto no latino, la forma original aparece transliterada.

Los antropónimos aparecen en la forma original o transliterados, excepto los nombres históricos que se recogen en nuestra lengua.

De este modo se recogen en su forma gallega o adaptada a la fonética gallega:

a) Los nombres de los estados y de los países de todo el mundo. La mayoría de estos nombres ya tienen una tradición en nuestro idioma. Otros, de formación reciente, no disfrutan de esta tradición, y su adaptación, como ocurre en otros idiomas románicos, es a menudo superficial o incluso inexistente. Ej.: Malawi, Chad, Kazahistán.

b) La gran toponimia universal puede presentar formas gallegas tradicionales. Ej.: Bos Aires, Londres, Milán, Rhin, Volga, etc.; u otras de tradición más reciente, que trataremos de fijar. Ej.: Xohanesburgo, Serra Leona. En lo referente a la Península Ibérica, respetamos su lengua original.

c) Las denominaciones de organismos internacionales y las de entidades nacionales en idiomas no latino ni germánico, salvo que la denominación en el idioma original sea la usualmente conocida, como Greenpeace, se introducen en su denominación gallega. Ej.: Organización das Nacións Unidas.

d) Los antropónimos medievales con una forma gallega tradicional de uso muy general entran por esta forma. También los nombres de los papas, reyes, príncipes y miembros de las casas soberanas entran en gallego. Ej.: Xoán XXIII, Xoán Carlos I, Alexandre IV.

e) Los nombres de persona y de lugar de la antigüedad clásica griega, latina o bíblica entran por su forma gallega, fijada por vía tradicional o por vía literaria. Ej: Virxilio, Xasón. Igualmente los nombres de personajes de la literatura universal. Ej.: Don Quixote.

f) Los nombres de personajes históricos y actuales importantes de citación frecuente en los escritos cultos entran por su forma transcrita marcada por la tradición que remite a la forma transliterada. Ej.: Čajkovskij, P’otr lljič es la forma transliterada y Chaikovski, Piotr Ilich la forma transcrita que remite mediante un envío a la anterior, que será la que desarrolle el contenido de la entrada. En el caso de personajes con seudónimo aparecen las dos entradas, el seudónimo que nos remite al nombre completo donde se desarrolla el contenido correspondiente a la entrada.

g) Los títulos de obras literarias y las denominaciones tradicionales de las obras artísticas entran por su traducción gallega (o más aproximada si el título no tiene traducción en gallego e indicada esta entre paréntesis). Estos títulos se traducen en todos los casos excepto cuando van en portugués y castellano, donde respetamos la lengua originaria (V el epígrafe “Tradición oral y citas”).

Con respeto a los topónimos y antropónimos de culturas que no emplean el alfabeto latino, se adopta el criterio de transliterar, es decir, dar los equivalentes gráficos del alfabeto original. También cuando está fijado por la tradición se recurre a la transcripción, es decir, dar en nuestro alfabeto el equivalente fonético del original (véase el ejemplo del punto f).

Hay lenguas en las que sólo se puede hacer la transcripción pero no transliteración (checo, siervo-croata...); en estos casos se adoptan los mismos criterios, esto es, se mantiene siempre la forma original acompañada de la forma adaptada a nuestra fonética en aquellos nombres con peso en la tradición. La transliteración tiene, a nuestro entender, ciertas ventajas: tiende a la claridad y da un tratamiento paralelo a las formas extranjeras transliteradas con respeto a las formas extranjeras del alfabeto latino. En los nombres de los países de reciente independencia hacemos una adaptación fonética de los nombres transliterados, en caso de que el alfabeto de origen no sea latino.

El lector encontrará las equivalencias gráficas de los signos empleados en las transliteraciones de las tablas de las entradas correspondientes de los diversos alfabetos (árabe, armenio, cirílico, georgiano, griego, hebreo) y los equivalentes fonéticos en las transcripciones a nuestra lengua en los casos en que cumpla.

En las transliteraciones de nombres en alfabeto árabe es necesario notar que no se tuvieron en cuenta diversos signos ortográficos del árabe clásico, ni las vocales de caso. Las vocales largas están indicadas: ā, ī, ū. El alif maqsura está representado à y a ta marbut sólo está indicada (t) en estado constructo. La toponimia de los países árabes del área cultural francófona (ej.: Marrocos, Túnez, Alxeria y Mauritania) se da según su transcripción fonética francesa, que es más usual y conocida.

Los topónimos de los países de lengua indoeuropea, que se escriben no obstante en un alfabeto modificado (ej.: Irán, Afganistán y Paquistán), se dan en una transcripción fonética de base inglesa, usual en estos mismos países.

Los nombres rusos se transliteran según las Normas de los Institutos Científicos de Rusia. Los nombres en otras lenguas escritas en cirílico se transliteran normalmente según el sistema de ISO, excepto el caso del kha transliterado no por h sino por kh.

Los nombres pertenecientes al mundo cultural hindú aparecen transliterados de acuerdo con el sistema de transliteración del alfabeto devanagari. Los nombres geográficos actuales y algunos nombres de personajes contemporáneos vienen dados en transcripción, de base inglesa, usual incluso en las publicaciones indias modernas. Lo mismo se hizo con los nombres pertenecientes a países con lenguas escritas en alfabetos derivados del devanagari. Ej.: Bangla Desh, Myammar, Laos, Nepal, Sri Lanka y Tailandia.

Los nombres griegos modernos se transliteran cuando no corresponden a nombres griegos clásicos; estos últimos se transcriben o se galleguizan, normalmente, según los criterios establecidos por C.R. en la colección de escritores griegos de la F.B.M.

En las transliteraciones de nombres en alfabeto hebreo no se tuvieron en cuenta diversos signos ortográficos. El sewa móvil está indicado por e. El artículo se une a la palabra mediante un guión. Ej.: Iehudá ha-Leví. Se marcaron las sílabas tónicas según las reglas de acentuación gallegas. Ej.: Misná, Mosé, Talmud. En los nombres vivos se translitera w por v (ej.: David, Leví) y el grupo Yi inicial por I (Ishaq). Algunos topónimos importantes de Israel se recogen en una transcripción de base inglesa, cuando esta forma parece más usual o conocida.

La transcripción de las palabras chinas adoptada es la pinyin, oficial en la República Popular China. Cuando esta transcripción difiere de la Wade modificada –la más corriente durante muchos años–, entra también la transcripción en este segundo sistema remitiendo a la forma pinyin. En los nombres geográficos entran también algunas transliteraciones menos regulares pero usuales. Para la toponimia de Taiwán se conservan los sistemas de transcripción de Hepburn y de McCune-Reischauer respectivamente, ambos consagrados internacionalmente.

 

Léxico general    

La presente edición de la Enciclopedia Galega Universal incorpora un gran número de palabras nuevas. Estas son, fundamentalmente, de tres clases:

a) Neologismos científicos y técnicos que no tenían cabida en los diccionarios publicados en lengua gallega o bien respondían a conceptos desconocidos hasta ahora.

b) Aquellas palabras del léxico común que a menudo, por razones de espacio, no aparecen recogidas en las obras lexicográficas pero que la correcta flexión gramatical y el uso fijaron en la tradición. Ej.: historicista, xacemento, desertización...

c) Variantes fonéticas y dialectales de uso muy extendido en Galicia. Ej.: abrigadeiro s m V abrigadoiro.

 

Biografías    

Las reseñas biográficas de figuras gallegas constituyen una revisión y actualización de su vida y obra partiendo de obras de referencia ya clásicas a las que se incorporan datos fruto de las investigaciones más recientes, en muchos casos inéditos, que hacen de la EGU la más completa base de datos de las existentes en este género. También tienen entrada todos los títulos nobiliarios de Galicia junto a los más importantes de Europa, desarrollando convenientemente aquellos más relacionados con el gallego. La EGU constituye una fuente excepcional de consulta sobre la actividad de las personalidades vivas vinculadas a los diferentes campos de actividad profesional en Galicia.

En las biografías se sistematizan, después del encabezamiento y entre paréntesis, los aspectos cronológicos que enmarcan la vida y la obra de estos: lugar y fecha de nacimiento - lugar y fecha de la muerte. Ej.: Darwin, Charles (Sherewsbury 1809 - Down, Kent 1882). Si se tiene conocimiento del día y mes se incluyen separados por puntos y la parroquia y el ayuntamiento separados por comas. Ej.: Loya, Diego Manuel (Pazó, Allariz 22.10.1666 - Nápoles 1750). El desconocimiento de algunos de estos datos se indica con un interrogante. Ej.: Teodomiro (? - Compostela 847).

En algunos supuestos concretos encontramos trazos especiales que hace falta subrayar:

  • Cuando el lugar de la muerte es el mismo que el de nacimiento, este no se repite y, por lo tanto, el guión sólo separa las dos fechas. Ej.: Londres 1916 - 1989.
  • Cuando la localidad de nacimiento o de la muerte es poco conocida va acompañada por el nombre de la comarca, de la región o del país al que pertenece. Ej.: Abad y Queipo, Manuel (Villapedre, Asturias 1751 - Santa María de la Sisla, Toledo 1825). En el caso de los personajes gallegos se incluyen la parroquia y el ayuntamiento separados por comas. Ej.: Blanco Blanco, Concha (Lires, Cee, 1950).
  • Los lugares o fechas que no se conocen o de los que no existe documentación al respeto se grafían seguidos inmediatamente por un signo de interrogación.

En los nombres de persona no gallegos se aplican las normas establecidas en el epígrafe “Traducciones, adaptaciones, transliteraciones”.

 

Geografía    

Dentro del ámbito de la Comunidad Autónoma de Galicia se recogen como entradas individualizadas las comarcas históricas y actuales, los ayuntamientos y las parroquias, además de aquellas otras entidades de población que por su relevancia en cualquier aspecto merezcan ser introducidas, sin olvidar todo tipo de demarcaciones políticas, administrativas o eclesiásticas, tanto las actuales como las históricas. Se recogen las 53 comarcas administrativas establecidas en el Mapa Comarcal de Galicia (del 20 de febrero de 1997, según mandato de la Ley 7/1996, de Desarrollo Comarcal de Galicia). Del mismo modo, en lo tocante a la administración municipal, la EGU contempla los 315 ayuntamientos constituidos en la fecha, y las más de 4.000 parroquias que los integran, que, a pesar de no tener más que un reconocimiento simbólico en la articulación administrativa del país, continúan a ser el vínculo entre el ser humano y el medio con un mayor grado de percepción, de vivencia y de identificación comunitaria. En este aspecto, cabe destacar que se recogen las variaciones registradas en la distribución parroquial y municipal, según la documentación sacada de los censos de población y nomenclátores elaborados por los distintos institutos responsables de la estadística española de manera sistemática desde 1887 y compilada por los profesores Pazo Labrador y Santos Solla (1995). Asimismo, tienen entrada propia los santuarios, puertos, aeropuertos y principales vías de comunicación, centros turísticos, edificios y demás elementos del patrimonio arquitectónico monumental o del patrimonio natural de especial interés. Del mismo modo, se incluyen los principales accidentes del relieve (sierras, montes, llanuras, depresiones, etc.), del litoral (playas, islas, puntas, ensenadas, estuarios, etc.) y las aguas continentales (red fluvial, lagunas, embalses, etc.).

Todos los nombres quedan en la forma oficial fijada por la Comisión de Toponimia de la Xunta de Galicia, según se refleja en el mandato de la Ley 3/1983 de Normalización Lingüística de Galicia.

Por lo que respeta al exterior de nuestra comunidad, rigen los criterios que relatamos a continuación: tienen entrada las localidades de más de 1.500 habitantes del resto de los Estados Ibéricos (España y Portugal, con sus archipiélagos respectivos y otras posesiones); 50.000 para el resto de Europa; 100.000 para el resto del planeta. Se tienen en cuenta, no obstante, las capitales de territorios oficial y administrativamente reconocidos. Esto explica la aparente paradoja de que algún núcleo poco populoso, pero capital de Estado, sea recogido, mientras quedan excluidos otros mayores. Se incluyen también las divisiones administrativas de primer orden, las principales regiones geográficas y los centros económicos (mineros, industriales, pesqueros, de transportes, etc.), culturales, históricos, religiosos o de cualquier tipo más relevantes. Las formas adoptadas para la toponimia extranjera ya fueron explicadas con anterioridad en el epígrafe “Traducciones, adaptaciones, transliteraciones”.

 

Cartografía    

La EGU incorpora mapas de los 315 ayuntamientos gallegos constituidos en la fecha y de las 53 comarcas establecidas en el Mapa Comarcal de Galicia aprobado por el Parlamento en 1997, siendo la primera publicación no oficial que las recoge. Esta cartografía fue elaborada ex profeso por el Departamento de Geografía de la Universidad de Santiago de Compostela, con los últimos avances en cuanto a recogida de datos y composición. La proyección empleada se corresponde con la Elipsoide Internacional, Coordenadas UTM, Huso 29, Datum Europeo 50.

Además, se incluyen mapas de las comunidades autónomas del estado español, de los continentes y de los principales estados del mundo, así como cartografía temática, especialmente mapas económicos y históricos, con el objetivo de ampliar o concretar la información del texto.
 

Ciencias biológicas    

La estrecha relación del hombre con la tierra y la variedad de medios tanto marinos como terrestres que comprende Galicia dio lugar a un amplio patrimonio léxico referido a la naturaleza que constituye, en su conjunto, uno de los corpus culturales más sobresalientes de la lengua gallega. En este sentido, uno de los objetivos de la EGU es reflejar y mantener este patrimonio.

Algunos de los nombres comunes de seres vivos, que forman parte de este corpus, presentan gran variedad de formas gallegas vivas en el habla, lo que hacía inviable un tratamiento particularizado de cada una de ellas, por lo que la EGU resolvió escoger una forma central que contuviera la descripción y la correspondencia científica. La organización de estos términos, relativos a animales y plantas, etc., resultó de una selección entre nombres presentes en la realidad gallega o como consecuencia de una adaptación o derivación de formas latinas o de otras lenguas. Esta selección, basada en bibliografía especializada y en trabajos aún inéditos, se hizo con el asesoramiento de reconocidos especialistas y con una intención regularizadora, y siempre con el objetivo de conservar la totalidad de los otros términos que, en calidad de sinónimos o variantes, también ocupan un espacio en la EGU. Estas formas llevan al lector a la entrada principal que contiene la definición del concepto.

abeluria s f [PLANTA] estraloque. 

bilicroque s m [PLANTA] estraloque. 

estraloque

< estralar

Nome científico: [Digitalis purpurea, Fam das escrofulariáceas]

s m [PLANTA ]

Herbácea bianual e pilosa, de ata 1,5 m de altura, de follas de máis de 5 cm de lonxitude

Respeto a la fauna invertebrada, están representadas en la EGU las distintas categorías taxonómicas hasta el nivel de familia, en el que se escogen las más destacadas; además, se llega al nivel de especie en los casos en que esté recogido un nombre vulgar. En la fauna vertebrada, más reducida, se tratan todas las especies de mamíferos, pescados, reptiles y anfibios propios de Galicia y de aves, incluso las migratorias poco comunes.

La flora presenta también una amplia variedad de especies. Por esta razón, se tratan todos los géneros presentes en Galicia y, dentro de las especies, las que son más comunes y las que, aunque raras, son muy significativas.

En relación a las especies de fauna y flora foráneas, se escogen las que tradicionalmente se consideraron de carácter universal.

Se tratan con especial atención los ecosistemas y los espacios y parques naturales de Galicia.

La EGU sigue el sistema de clasificación de los seres vivos aceptado por la comunidad científica basado en dos criterios: nivel de organización y tipo de nutrición. En este sistema se reconocen tres niveles: procariota (reino Monera), eucariótico unicelular (reino Protista) y eucariótico pluricelular, que se subdivide según los tipos principales de nutrición: fotosíntesis (reino Planta), ingestión (reino Animal) y absorción (reino Hongo). Así, cuando la entrada corresponda a una especie de ser vivo, la materia indicará el reino al que pertenece.

Las entradas de animales, plantas, etc., llevan el nombre científico correspondiente y la indicación del grupo taxonómico al que pertenecen. Al mismo tiempo, en las entradas de categoría taxonómica se hace referencia a las anteriores y posteriores, de manera que se pueda establecer una relación entre todas que permita ir de lo general (flora, fauna) a lo particular (especie) y viceversa.

Las plantas, las estructuras anatómicas, etc., se tratan según su importancia intrínseca y definidas en función de ellas mismas, donde se pone una especial atención en aquellos aspectos que afectan o interesan al hombre. Apéndice vermiforme, por ejemplo, es una estructura presente en diversas especies animales que se tratan desde un punto de vista anatómico, fisiológico y evolutivo antes de hablar de las consecuencias que en la especie humana puede tener su inflamación; llegado el momento, eso sí, se dedica una atención especial a este aspecto patológico. Del mismo modo, se hace referencia a los usos medicinales y a las propiedades mágicas que se les atribuye a ciertas especies de plantas, animales y hongos.

En el tratamiento de los órganos, aparatos, sistemas, etc., del cuerpo humano, no se recogen generalmente las enfermedades que son subsceptibles de contraer, ya que se considera que este aspecto, si bien interesante, es accidental por completo. Cuando se describen las dolencias se expone, por razones semejantes, el cuadro clínico pero no se detalla la terapéutica con que son tratadas, la cual es diferente según las escuelas, tendencias, medios de que se dispone, etc.; aunque en algunos casos proceda hacer excepciones.

De entre los músculos, huesos, nervios, arterias, etc., solamente tienen entrada independiente aquellos que poseen un nombre propio y una importancia bien significativa: aorta, tibia, bíceps, etc.; los otros se consignan a la entrada general arteria, hueso, músculo, etc., ya en el mismo artículo, ya en cuadros, gráficos o dibujos fuera del texto.

 

Ciencias físicas y exactas, tecnología    

En las ciencias y en la tecnología, la EGU trata de reflejar la importancia que estas cobraron en nuestra civilización y hasta en la vida cotidiana y, por tanto, incorpora numerosos términos. Se establece una selección –basada sobre todo en el interés principal de utilidad para el lector– y, en principio, se evitan sinónimos en desuso, las palabras de porvenir incierto y las que tienen un interés demasiado limitado o son excesivamente abstractas y utilizadas únicamente por los especialistas, principalmente cuando no tienen valor lexicográfico.

Las sales metálicas, en las cuales, en general, el metal cuenta más que el anión, tienen siempre entrada por el nombre del metal, mientras que los ésteres tienen entrada por el nombre del radical ácido, que, en general, determina mucho más que el radical alcohólico las propiedades de la molécula.

Se siguen las normas internacionales sobre la nomenclatura química (IUPAC), previa a su adaptación al gallego, tal como se hace en todas las lenguas. También se respetaron las normas internacionales sobre el nombre y los símbolos de las unidades (Sistema Internacional de Unidades, SI) y así se designan con la forma establecida internacionalmente. Ej.: coulomb, joule, etc. En cuanto al nombre y a los símbolos de las magnitudes físicas, se siguieron las recomendaciones de la comisión SUN de la IUPAC.

A veces, la extensión asignada a algunas materias responde más a su importancia potencial que a su desarrollo presente, pero en estos casos la EGU sigue las previsiones universalmente aceptadas y prefiere el riesgo del exceso, en algún caso específico, al peligro de quedar obsoleto en la mayoría de los otros. En el campo de la ciencia y de la técnica se procura especialmente completar el contenido del artículo con la ilustración correspondiente (fotografía, dibujo, esquema).

 

Ciencias sociales, humanidades    

En el ámbito de las Ciencias Sociales, Humanidades y disciplinas afines se parte de la sólida base que supone el conocimiento de las obras fundamentales en la conformación de nuestra tradición investigadora, a las que la EGU incorpora las últimas tendencias en el tratamiento de los temas que aborda, así como enfoques novedosos y análisis hasta lo de ahora inéditos en obras de divulgación, procurando corresponder fielmente al presente sin caer en el excesivo actualismo que perjudica la obra de compendio.

Se dedica adecuada atención a disciplinas como antropología, etnografía y etnología, arqueología, arte y patrimonio cultural, filología y lingüística, paleografía y epigrafía, archivística, heráldica, música, educación, etc. La EGU pretende que en sus contenidos aparezcan tratados correctamente los aspectos de la cultura tradicional, tanto material (ej: artesanía) como ideológica (leyenda, mitología, etc.) que constituyen el ser gallego actual.

La EGU da cuenta de todos los Bienes de Interés Cultural (BIC) recogidos en el inventario del Patrimonio Cultural de Galicia, así como de los monumentos del Camino de Santiago, por la relevancia que tuvo la tradición jacobea para la conformación de nuestra cultura. Junto a ellos las artes de la imagen como fotografía, cine o diseño gráfico tienen también un espacio en la EGU, por la repercusión artística y social que en la actualidad poseen. Igualmente, el deporte, tanto por su papel en la educación física como en los espectáculos y medios de comunicación, figura con un tratamiento apropiado.

 

Legislación y jurisprudencia    

Dentro de lo jurídico, en lo que respecta al derecho privado, se le da relieve al gallego, mientras que lo referente a otros aspectos remite al derecho español en vigencia, recurriéndose a la legislación comparada cuando conviene a efectos de claridad y precisión. Queda asimismo reflejada la jurisprudencia histórica gallega, así como la interpretación de sus aspectos más destacados. Numerosas voces que no pertenecen a la terminología legal más propiamente dicha presentan facetas importantes relacionadas con la jurisprudencia (palabras como auga, monte o patrimonio) que quedan debidamente reflejadas en la entrada correspondiente.

 

Empresas y finanzas      

   
Las más importantes entidades financieras y las empresas de mayor volumen de negocios del mundo, así como las correspondientes al estado español, están debidamente reseñadas conforme a los datos más actualizados de los que se dispone. Las entidades de negocios y las denominaciones empresariales gallegas son en cualquier caso objeto de especial consideración por parte de la EGU.